Aproximaciones de la terapia grupal.
1Factores y
procedimientos del trabajo terapéutico grupal.
El término “factores terapéuticos grupales”
surge en los 50 y se populariza en los 70 con Yalom. Con este concepto hago
referencia a aquellas variables y mecanismos que posibilitan, facilitan y
potencian el cambio subjetivo en el proceso terapéutico grupal. Los factores
terapéuticos grupales (FTG) son herramientas generadas en el grupo terapéutico
que producen cambios subjetivos; estos factores son interdependientes y se
refuerzan entre sí para producir los cambios. En este texto investigaré los FTG
en la psicoterapia de grupo psicoanalítica – operativa y propondré dos factores
terapéuticos “específicos” y nucleares de la clínica grupal: -el discurso
grupal- y -las transferencias grupales-. El discurso grupal será el factor
terapéutico grupal principal, un discurso organizado por el equipo terapéutico
a través de los emergentes, de las sucesivas lecturas de emergentes, y de las
elaboraciones pos grupales a lo largo del devenir grupal. La teoría grupal
psicoanalítica operativa es la base de esta reflexión, se apoya en cuatro
conceptos fundamentales: -la tarea, el emergente, el vínculo y el “grupo
interno”-. La tarea es una variable fundamental para pensar la estructura
grupal, organiza y funda el grupo. En nuestro caso, la tarea es terapéutica, y
su finalidad es el cambio subjetivo y grupal.
El concepto de -cambio subjetivo- hace referencia -a aquella transformación subjetiva que posibilita la adaptación activa a la realidad-; de este modo, incluyo dos nuevos términos al concepto de cambio de Pichon (“adaptación activa a la realidad”). Los emergentes, por otro lado, son los elementos privilegiados que posibilitan el conocimiento de los otros dos conceptos, el vínculo y el grupo interno, que se desplegarán en la dinámica grupal. A través de los emergentes investigaremos los vínculos y las asociaciones entre “grupo interno” y grupo externo y, de ese modo, conoceremos el acontecer grupal. En la historia de la psicoterapia de grupo encontramos una hipótesis central para explicar los cambios terapéuticos: -el grupo es el agente principal de cambio-. Esta idea fue planteada básicamente por autores grupales de orientación psicoanalítica, pero también por autores no psicoanalíticos. Entre los primeros, el inicial fue Bion, quien antes de 1970 investigó la organización grupal, y planteó que estaba constituida por fantasías colectivas que denominó “supuestos básicos”. Describió tres: dependencia, ataque y fuga y emparejamiento; unos supuestos que trataban de responder a las tres grandes problemáticas del sujeto en los grupos: la dependencia, la agresividad y la sexualidad.
2. Terapia
grupal, nuevos escenarios para nuevos libretos.
Terapia grupal, nuevos escenarios para nuevos
libretos.
7 RAZONES PARA HACER TERAPIA GRUPAL
1.
El grupo terapéutico como sistema.
La epistemología sistémica define a los seres humanos como sistemas
biopsicosociales, que, a su vez, desde su origen se constituyen, crecen y
desarrollan en múltiples y diferentes sistemas contextuales, con sus propios
valores y creencias que le dan sus características relacionales.
Hall y Fagen definen al sistema como “un
conjunto de objetos, así como de relaciones entre los objetos y entre sus
atributos, en el que los objetos son componentes o partes del sistema, los
atributos son las propiedades de los objetos y las relaciones mantienen unido
al sistema.” (Watzlawick, P., Beavin Bavelas, J y Jackson D. 1993). No es el
objetivo de este capítulo describir las características y particularidades de
los sistemas; sino focalizar en un sistema en particular, el del grupo
terapéutico, el que se considera como una herramienta para el abordaje de las
conflictivas humanas.
El grupo terapéutico se puede definir como un
sistema en el que confluyen operativamente los requerimientos de una
multiplicidad de sistemas humanos con sus propias experiencias, valores,
creencias y particular manera de significar el mundo.
2.
Porque los cambios los entendemos como: Cambio individual, Cambio grupal y
Cambio Social.
La terapia grupal incluye los tres universos
(individuo, grupo, sociedad) en los que se desarrolla, piensa y vive el ser
humano; la intervención en un espacio grupal va a generar cambios en cada uno
de estos universos.
Las personas crecen dentro de un sistema
familiar del cual toman información que terminará siendo la “base” del sistema
de creencias que tiene cada individuo, según Hoffman L. (1992): el peligro en todo esquema que divide la
interacción social es que con demasiada frecuencia elegimos una categoría y
después empezamos a creer en ella. Necesitamos un método que nos impida hacer
esa elección, excepto cuando la intención y el contexto nos llevan a hacerla”.
Con lo cual, cuando se ingresa a un contexto
terapéutico grupal se brinda la oportunidad de desarrollar nuevas y diferentes
narraciones que permiten una gama ampliada de mediación alternativa a la
di-solución del “problema”” (Anderson H. y Goolishian H. 1992), o situación
puntual que trae el paciente desde su grupo familiar.
El espacio grupal invita a estar dentro de un
espacio social contenido en donde la interacción lleva a apoyarse en el cambio
social; significa, entrar en las lenguas culturales y al mismo tiempo, buscar
su transformación. Pero esta transformación no se puede entender por voluntad
aislada, por un experto omnisciente. La transformación es fundamentalmente una
cuestión de relación que surge de innumerables conexiones entre personas
(McNamee S., Gergen K J. 1992).
El cambio se va a producir en este espacio, a
la manera de los construccionistas sociales quienes apoyan firmemente la idea
de que no hay verdades sociales incontrovertibles, sino sólo relatos acerca del
mundo, relatos que nos contamos a nosotros mismos y contamos a los demás…”
(Hoffman L. 1992). La “…actual posición se apoya fuertemente en la idea de que
la acción humana tiene lugar en una realidad de comprensión que se crea por
medio de la construcción social del diálogo. Según esta perspectiva, la gente
vive, y entiende su vida, a través de realidades narrativas construidas
socialmente, que dan sentido a su experiencia y la organizan” (Anderson H.
Goolishian H. 1992).
3.
De la soledad individual a la esperanza grupal.
Parece que no existe un agente más
eficaz que otra persona para dar vida a un mundo propio, o para marchitar la
realidad en la que uno habita mediante una mirada, un gesto o un comentario”
(Hoffman L. 1992).
Cuando Juan entró al grupo sólo dirigía la
mirada al coordinador. Se sentaba y se desplomaba en su asiento sin moverse en
toda la sesión. Luego de cinco meses de terapia, sus compañeros, logran
incorporarlo a la vida social que ellos mismos habían generado fuera del grupo.
Sobre el mismo momento, Juan decide festejar realizando un viaje en solitario a
Mar del Plata, y a su regreso informa al grupo: hoy hace exactamente 1 año
había decidido internarme y hoy festejo el estar vivo e intentarlo con una
mínima, pero existente luz de esperanza”. Juan llegó al grupo con una historia
personal y familiar difícil y conflictuada y hoy encuentra en el grupo un lugar
donde recibe miradas y aprobaciones de sus proyectos.
Uno de los desafíos para este grupo era
tolerar la labilidad y depresión con que Juan ingresaba al mismo,
manifestado en sus reiterados intentos por sabotear toda ayuda y ligazón a la
vida. El grupo ofrece un espacio de referencias consistentes, lo
suficientemente sólidas como para poder sujetar a Juan y permitirle que se
posicione en un mundo relacional.
4.
Como aceptación a la “deformidad” humana.
La perfecta imperfección del humano da cabida
a la ilusión de una perfección que no es tal. Cada vez que el hombre y la mujer
se miran al espejo ven aquello que cierra en ese espacio ilusorio. Nadie quiere
quedar dentro del grupo fallado, dentro grupo de los deformes.
“… La gran familia indefinida y confusa de los anormales, no marca simplemente
una fase de incertidumbre o un episodio un poco desafortunado en la historia de
la psicopatología; se formó en correlación con todo un conjunto de
instituciones de control, toda una serie de mecanismos de vigilancia y
distribución…” (Foucault, M. 2000).
El individuo a corregir es correlato de las
técnicas de domesticación. Los nuevos procedimientos de domesticación del
cuerpo, del comportamiento y de las aptitudes inauguran el problema de quienes
escapan a esta normatividad…” (Foucault, M. 2000). Y decanta en una exclusión
formal, justificada y avalada por la ciencia de aquellos que son pasibles de
ser tratados como anormales.
La interacción grupal permitirá darse cuenta
que otros tienen “deformidades” al igual que el sí mismo. El terapeuta se
siente parte del sistema y como humano también tiene sus deformidades.
La aceptación a la “no perfección” del sí mismo
y de los otros, dará lugar a una nueva observación; y así quererse con lo que
considera su “deformidad”.
5.
Un escenario diferente para nuevos roles con los mismos actores.
Diferentes matrices van forjando la
personalidad a lo largo de las vidas (familia, escuela, trabajo, etc.). La
familia es el grupo primario, la escuela el lugar donde comienza la
socialización. A lo largo de toda la vida, el ser humano se verá influido y
también ejercerá su influencia sobre los otros.
De allí, que el grupo terapéutico, a manera
de matriz, brinde ese espacio para vivenciar, representar y cuestionar el
pensar, el actuar y el sentir.
6.
Nuevos Escenarios para Nuevos Libretos
“Para levantar una carga muy pesada es
preciso conocer su centro, así como para que los hombres puedan embellecer sus
almas es necesario que conozcan su naturaleza”
7.
El lugar del terapeuta. Una razón por las razones.
Pensar en “El terapeuta de grupo”, es pensar
en el sistema. Lo que le acontece a la dupla terapéutica es parte de la
dinámica grupal.
El cómo “entra a la cancha el terapeuta” es
decisivo en las sesiones de todo grupo que se está conformando. El trabajo
de los terapeutas grupales en estas primeras sesiones se abocará a generar el
clima grupal y a fomentar la cohesión grupal moldeando un estilo de trabajo
terapéutico que se trasmitirá por las acciones que lleven a cabo los
terapeutas. (Vinogradov S., Yalom I D. 1996)
Para ello es importante pensar en las
cualidades y limitaciones del terapeuta: “La magnitud del beneficio en
psicoterapia está asociada más estrechamente con la identidad del terapeuta que
con el tipo de psicoterapia que éste emplea…” (Baringoltz, S. 2004). Este
concepto es fundamental a la hora de armar una dupla terapéutica. Se
configurará un código de trabajo explícito y otro implícito (no menos
importante) de sintonía entre terapeuta y co-terapeuta.
La elección del co-terapeuta de grupos habla
del cuidado que hay que tener antes de entrar a la escena grupal. M. Mahoney
menciona “la importancia de compartir las preocupaciones con otros pares
profesionales” (Baringoltz, S. 2004)
3.Tecnica operativa de grupo.
Técnica creada por Pichon Rivière y su
equipo, y que se caracteriza por estar centrada en una tarea explícita
(aprendizaje, creación, curación, etc.), bajo la cual subyace otra tarea
implícita que también ha de ser explicitada y que apunta a la ruptura de pautas
estereotipadas mediante la elaboración de las ansiedades básicas, las que
implican un obstáculo frente a toda situación de progreso o cambio (152-153).
El término también suele designar el grupo donde se aplica dicha técnica.
1. Concepto. - Pichon Rivière utiliza la
expresión 'grupo operativo' en dos sentidos: como el grupo en el cual se aplica
la denominada 'técnica operativa', o como la técnica misma, por ejemplo, cuando
se hace referencia a la 'técnica del grupo operativo'.
Considerada como técnica, ella "se
caracteriza por estar centrada en forma explícita en una tarea que puede ser el
aprendizaje, la curación (en este sentido abarca los grupos terapéuticos), el
diagnóstico de las dificultades de una organización laboral, la creación
publicitaria, etc. Bajo esta tarea explícita subyace otra implícita que apunta
a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas que
dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo frente a
toda situación de progreso o cambio".
"La tarea consiste entonces en la
elaboración de dos ansiedades básicas, 'miedo a la pérdida' (ansiedad
depresiva) de las estructuras existentes y 'miedo al ataque' (ansiedad
paranoide) en la nueva situación, proveniendo esta última de nuevas estructuras
en las que el sujeto se siente inseguro por carencia de instrumentación. Estas
dos ansiedades, coexistentes y cooperantes, configuran la situación básica de
'resistencia al cambio' que debe ser superada, en el grupo operativo, en un
acontecer grupal donde se cumplen los tres momentos dialécticos de tesis,
antítesis y síntesis, por un proceso de esclarecimiento que va de lo explícito
a lo implícito" (152-153).
En suma, "las finalidades y propósitos
de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su actividad está
centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa del monto de
ansiedad que despierta todo cambio.... En el grupo operativo, el
esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje y la resolución de tareas
coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema referencial"
(120).
4.Factores terapéuticos claves de grupo.
Infundir esperanza. Pese a que este
factor es común con los abordajes individuales, es en el escenario grupal donde
alcanza un papel excepcional. La mejoría de parte de los pacientes del grupo,
infunde esperanza a aquellos que aún no están experimentando una mejoría
significativa.
Universalidad. La sensación de
aislamiento, extrañeza y desdicha que experimentan las personas cuando sufren
dolencias se minimiza en el escenario grupal, dada la sensación de alivio que
supone el ver que el sufrimiento es compartido con los demás, lo que les
conecta con que sus problemas son universales.
Transmitir información. Los consejos que
puede aportar el terapeuta se unen a la información que, desde la propia
vivencia, aportan los otros componentes del grupo en lo referente al manejo de
síntomas o sobre sus estrategias de afrontamiento de problemas.
Altruismo. Los pacientes, al compartir un
espacio grupal, sintonizan mucho mejor con la problemática de los demás, lo que
suele derivar en una mayor resonancia empática, fomentando la colaboración
mutua. Esto permite que los pacientes no sólo se vean como personas necesitadas
de ayuda, sino también como personas que pueden prestarla, lo que deriva en una
mejoría del auto concepto, potenciando las fortalezas y aspectos sanos de los
participantes.
Desarrollo de técnicas de socialización. El feedback múltiple
que se recibe en los grupos, la participación y la interpelación mutua
repercuten positivamente en una suerte de entrenamiento en aspectos de la
socialización que en ocasiones pueden ser parte de la problemática de algunos pacientes.
Comportamiento imitativo. El aprendizaje
vicario, que parte de la observación e imitación de las conductas y estrategias
de los demás, es también un elemento terapéutico de primer orden en las
terapias de grupo.
Catarsis. La vivencia de permitirse
expresar emociones muy intensas y profundas en el espacio grupal y sentirse
aceptados por los demás miembros del grupo suele ayudar a desmontar creencias
de aspectos inaceptables de uno mismo, que normalmente llevan a la persona al
aislamiento y la autoevaluación.
Recapitulación correctiva del grupo familiar
primario. A menudo las dificultades de relación interpersonal de las
personas guardan relación con roles asumidos en dinámicas familiares que han
resultado dolorosas para los pacientes. Poder participar de un grupo en el que
pueden mostrarse como son y, con todo, cambiar su propio rol suele ayudar como
experiencia emocional sanadora.
Factores existenciales. La fiabilidad
del espacio hace que el grupo se convierta en un lugar seguro donde compartir
aspectos como el aislamiento, la muerte, la libertad o la falta de sentido de
la existencia. Estos temas suelen aparecer especialmente en aquellos grupos que
profundizan en el malestar psíquico.
Cohesión del grupo. La aceptación mutua,
la fiabilidad del espacio y la formación de relaciones interpersonales
significativas en el grupo fomentan la cohesión, elemento clave e
imprescindible en la terapia.
Aprendizaje interpersonal. La terapia de
grupo permite que afloren relaciones interpersonales en un entorno seguro y
fiable, lo que promueve el aprendizaje en este ámbito. El grupo se convierte,
así, en un microcosmos en el que las personas pueden tener experiencias
emocionales de crecimiento personal.
5. De la soledad individual a la esperanza
grupal.
“Parece que no existe un agente más
eficaz que otra persona para dar vida a un mundo propio, o para marchitar la
realidad en la que uno habita mediante una mirada, un gesto o un comentario”
(Hoffman L. 1992).
Cuando Juan entró al grupo sólo dirigía la
mirada al coordinador. Se sentaba y se desplomaba en su asiento sin moverse en
toda la sesión. Luego de cinco meses de terapia, sus compañeros, logran
incorporarlo a la vida social que ellos mismos habían generado fuera del grupo.
Sobre el mismo momento, Juan decide festejar realizando un viaje en solitario a
Mar del Plata, y a su regreso informa al grupo: hoy hace exactamente 1 año
había decidido internarme y hoy festejo el estar vivo e intentarlo con una
mínima, pero existente luz de esperanza”. Juan llegó al grupo con una historia
personal y familiar difícil y conflictuada y hoy encuentra en el grupo un lugar
donde recibe miradas y aprobaciones de sus proyectos.
Uno de los desafíos para este grupo era
tolerar la labilidad y depresión con que Juan ingresaba al mismo, manifestado
en sus reiterados intentos por sabotear toda ayuda y ligazón a la vida. El
grupo ofrece un espacio de referencias consistentes, lo suficientemente sólidas
como para poder sujetar a Juan y permitirle que se posicione en un mundo
relacional.
El espacio social compartido permite al ser
humano conocer, ver y aprender nuevas conductas. La situación de grupo favorece
el modelado en vivo, tras las nuevas respuestas que genera el sistema grupal a
la forma de ser en el mundo de sus integrantes.
Lo que convierte a la psicoterapia de grupo
como ámbito idóneo para esta clase de aprendizaje interpersonal es el hecho de
que los miembros individuales del grupo crean sus propias tensiones
interactivas y llevan a cabo sus modalidades de relación, directamente en el
encuadre grupal.
Bandura (1982) refiere: en el aprendizaje
social se acentúa la importancia de los procesos vicarios, simbólicos y
auto-regulatorios en el funcionamiento psicológico…”, es decir, aparece la
afirmación de que, ante la posibilidad de aprendizaje de los sujetos, hay una
relación con idea de que la interacción recíproca y continua del binomio
ambiente-sujeto, es la base sobre la cual se constituye el aprendizaje humano.
El modelado o aprendizaje vicario consiste en
la capacidad de aprender por observación, acción que se pone en juego en todos
los aprendizajes de experiencia directa. Primero el sujeto observa la conducta
a imitar y luego la ejecuta. El proceso de observación se caracteriza por ser
más pasivo, ya que el individuo sólo percibe. Aun así, en el acto de la
observación, existe una selección de la escena observada. Más aún, cuando el
sujeto selecciona esa escena hay una pregunta tácita: ¿puedo yo?, ¿es para mí?,
¿cómo me siento ante este desafío/ esta alternativa de acción? Entonces ante la
secuencia: observación-selección-alternativa de acción propia, lo que
inicialmente puede verse como pasivo puede redefinirse como una acción de
enorme actividad dentro del área del pensamiento.
El proceso de ejecución resulta más activo y
movilizador, ya que allí es donde se lleva a cabo la conducta y donde
finalmente se produce el aprendizaje. La ejecución es la interacción positiva
con otro y la misma puede ser facilitada por técnicas que impliquen la acción y
reflexión por parte de los sujetos protagonistas. Por medio de distintas
técnicas como un rol play o una silla vacía, por ejemplo, un sujeto puede
llevar a cabo determinada situación o conflictiva que necesita resolver.
6.El lugar del terapeuta en la terapia
grupal.
El terapeuta interviene como un guía y
moderador. Gracias a la interacción del grupo, se consigue la modificación de
conductas de los pacientes y una mejoría en sus relaciones interpersonales.
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